Adobo de puerco (costillas en adobo)

Este delicioso adobo de puerco será el platillo preferido de toda tu familia. La carne jugosa que se desprende del hueso y la sabrosa salsa de adobo lo hacen un platillo perfecto para un cena casera.

Las costillas en adobo (o adobo de puerco) son un platillo mexicano muy típico de encontrar en los mercados o en las fondas. Este platillo casero se prepara usando costillas de cerdo cortadas en trozos pequeños a las cuales una vez cocidas y salteadas en su propia grasa se les agrega una deliciosa salsa adobada que las enriquece y exalta de sabor. Típicamente este plato se acompaña de arroz, frijoles fritos y cebollas en vinagre (cebolla desflemada), como muchos de los platillos mexicanos.

El adobo o salsa para adobo mexicano es una salsa preparada con varios tipos de chiles, dependiendo de la zona en México podemos encontrar diferentes tipos de adobo, algunos usan dos tipos de chile, otros solo uno, con o sin jitomate, con o sin cebolla e incluso las especias pueden variar, pero en lo que todos coinciden es que el adobo lleva siempre vinagre.

Aquí te dejamos nuestra receta paso a paso de la salsa de adobo.

Como hacer adobo de puerco

Ingredientes:

• 1k de costillas de cerdo en trozos pequeños
• 2 cdas. de manteca de cerdo
• 1 chile ancho
• 4 chiles guajillos
• 4 chiles pasilla
• 1/3  taza de vinagre
• 1 diente de ajo sin piel
• 4-5 pimientas enteras
• 1/4 cdita. de comino entero
• 1/2 cdita. de orégano
• 2 hojas de laurel
• Sal

Preparación:

Con unas tijeras cortar los chiles por la mitad a lo largo y descartar las semillas, lavarlos y ponerlos en una vasija. Cubrirlos con agua hirviendo y dejarlos remojando por al menos 30 minutos o hasta que el agua se haya casi enfriado.

En una licuadora poner los chiles, todas las especias, agregar una cucharadita de sal, el vinagre y media taza del agua donde se remojaron los chiles. Si desean pueden utilizar especias en polvo, por ejemplo el comino, la pimienta, el laurel, etc. Solo recuerden que las cantidades son ligeramente mayores cuando las especies son en polvo.

Licuar hasta obtener una salsa espesa y aterciopelada. Dependiendo de la potencia de su licuadora esto puede llevar unos 3-4 minutos. Si desean la salsa con una consistencia rústica pueden licuar solo un par de minutos, si por el contrario quieren una salsa completamente amalgamada y de consistencia suave a la vista pueden licuar por más minutos y enseguida pasar la salsa por un colador. Reservar.

Poner la carne en una cazuela grande, agregar agua y un poco de sal, llevar a ebullición y tapar la cazuela, dejar cocinando a flama media por unos 30-40 minutos o hasta que la carne esté perfectamente tierna. Sacar las costillas y acomodarlas en un plato, colar el caldo y reservar.

En la misma cazuela poner la manteca a calentar, agregar las costillas y sofreír hasta que adquieran un color ligeramente dorado. Agregar la salsa que prepararon precedentemente y mezclar, dejar que tome sabor por dos minutos. Unir un poco del caldo donde cocinaron las costillas y llevar a ebullición. Dejar cocinando con la cazuela destapada y a flama media alta hasta que la salsa se reduzca un poco y adquiera una consistencia densa. Rectificar de sal y apagar la flama.