Taita ha cumplido un año y aunque no la hemos festejado con torta y regalos, sí que quise tomarle unas fotos de recuerdo en este día y hacer una lista de cosas memorables que hemos vivido con ella en el transcurso de este año.
La noche que la trajimos a casa la subimos con nosotros a la cama para consentirla un poco, así que apenas pudo se acercó a la mesita de noche y se comió uno de mis aretes que había yo dejado encima. Los siguientes días nos la pasamos escarbando su popó mientras ella nos miraba extrañada porque no comprendía que diablos estaban haciendo ese par de humanos tontos. Nunca encontré el arete.
Apenas si tenía 3 meses y medio y la llevamos a la playa. Era febrero y el lugar estaba desierto, nunca le habíamos quitado la correa y obvio teníamos mucho miedo que se escapara. Finalmente vencimos nuestros temores y la soltamos solo para casi desmayarnos cuando la vimos que como un bólido se fue corriendo hacia el agua y con un clavado digno de las olimpiadas se zambulló entre las olas. Íbamos ya dispuestos a salvarla cuando la vimos que como un pescadito se dio la vuelta y salió solita nadando de las profundas y frías aguas del mediterráneo.
Sus aventuras en el agua prosiguieron no sin antes ponernos en vergüenza de vez en cuando. Como la vez que en el parque al que la llevamos se aventó en la fuente principal y tuvimos que salir patas corriendo para que no nos llevara arrestados la policía. A los tres.
Una vez se comió 4 pimientos rellenos y una torta ENTERA el mismo día, apenas sacados del horno. La culpa fue solo mía pero aun sigo en shock porque a la bribona ni siquiera le dolió la pancita.
A los seis meses nos la llevamos de road trip por Eslovenia y se comporto divinamente, no tuvo mareos en el carro y se sorbió 9 horas de viaje (con sus respectivos recesos) sin chistar.
Regresando de un trekking en Eslovenia y faltando solo 3km para llegar al carro se negó a dar un paso más y se sentó con determinación. No hubo manera de moverla y tuvimos que turnarnos para cargarla por otro kilómetro hasta que Max decidió ir por el carro y recogernos por el camino. 22kg de perro eran demasiado.
Apenas llegando el verano le compramos una cama nueva de esas que son más frescas, cómo esta aquí. Taita se negó a dormir ahí por días hasta que nos dimos cuenta de que tenía miedo del “vacío” que se entrevé de la red (un vacío de 15cm, pero al fin y al cabo vacío). Max le puso una cobija encima y fue asunto arreglado. ¿De todos los perros del mundo…nos ha tocado a nostros la más lunática?
En una ocasión estaba preparando una torta y tenía todos los ingredientes en la mesa, en ese momento timbraron a la puerta y yo corrí a responder, cuando regresé encontré la bolsa de harina vacía en el piso y Taita que daba las últimas lamidas al suelo, con harina hasta en las pestañas y sin mostrar la más mínima señal de arrepentimiento.
Taita nos ha dado este año más alegrías, sustos, enojos, vergüenzas y buenos momentos que pienso bastarán para animar las cenas entre amigos en los próximos años. Mientras tanto sigue creciendo y aprendiendo cosas no solo ella, sino también nosotros y por esto le seré eternamente agradecida.
¡Feliz cumpleaños, patatona! Que cumplas muchísimos más persiguiendo cuervos en Villa Pamphili y echándote clavados en las fuentes de Roma.
Maricruz Avalos Flores is a Mexican cook and photographer living in Italy where she shares authentic Mexican & Italian recipes that can be easily made at home using easy-to-find ingredients.
¡Felicidades, Taita! Lo que queremos a nuestros peluditos no tiene nombre. Son únicos para hacerse amar y ofrecernos momentos especiales.
Besos.
Es verdad, Marhya. No se requiere mucho para amar un animal, basta ver ese cariño incondicional que te brindan. :)
Me encanta Taita, es de las afortunadas en tener unos amos como ustedes, mil felicidades no se si a Taita o a ustedes han formado una linda familia. Espero las siguientes aventuras de verdad me hacen el dia como eso de la fuente en Roma o la harina jajaja.Mary&Taita.
Gracias! :) Creo que los afortunados somos nosotros en poder gozar del cariño incondicional de ella.
un abrazo~
Muy guapa tu perrita. La mía faltó este lunes, después de 16 años. Francamente, no se si querré alguna vez otro perro, pero desde luego que a mi Teresa la echaré de menos hasta el día en que yo me muera.
Oh Susana, lo siento mucho, puedo solo imaginar como te sientes y entiendo que no es el momento para decidir si tener otra mascota o no. Es tiempo de duelo para ti y te deseo que pronto encuentres la serenidad. Un abrazo.