El año pasado me quedé con las fotos de Taita listas para subirlas a este blog porque su cumpleaños coincidió con los preparativos de nuestro viaje a Japón y porque una parte de mi pensaba: No seas ridícula, a nadie le importa que tu perra cumpla años. Pero este año me he dado cuenta que es verdad, soy rídicula (a veces) y que si, a algunas personas les importa que mi perra cumpla años, empezando por mi marido al que Taita quiere tanto que a veces siento una punzada de celos, mismos que se me pasan cuando veo cuanto me quiere a mi también.

¿Qué ha pasado en los dos últimos años de Taita?

No cachorros

Para empezar ha sido esterilizada. Su veterinario nos había recomendado de hacerlo después de que cumpliera un año y así lo hicimos. La operaron con laparoscopía un día por la mañana y por la tarde ya estaba en casa como si nada. Su recuperación fue rápida y sin problemas.

Ha viajado

En Enero del año pasado nos la llevamos a Alemania, Austria y el norte de Italia a pasar un par de semanas en la nieve y creo que nunca la había visto tan contenta como en esos días.

En Múnich casi se echa un clavado en la fuente de Marienplatz causando la risa de los turistas que nos veían como tratábamos de calmarla cuando se puso a llorar porque no la dejábamos saltar dentro el agua. Disfrutó persiguiendo aves en los parques y corriendo hasta extenuarse en el pasto mojado.

English Garten, Múnich.

En Innsbruck no se divirtió mucho porque había muchos perros y ella les sigue teniendo miedo y reacciona de una manera medio violenta cuando los encontramos. Pero a cambio de eso nos regalaba mucha tranquilidad cuando íbamos a comer porque se metía abajo de la mesa y se dormía durante todo el almuerzo.

En Sud-Tirol (Italia) pasó unos días maravillosos comiendo nieve apenas nos distraíamos, corriendo y enterrando el hocico hasta que casi se le caía la nariz y en general correteando por los bosques silenciosos y tranquilos.

Quizás pueda encontrar el hueso de un tiranosaurio enterrado por aquí…

Sigue siendo la favorita de nuestros amigos

Si alguien se roba el corazón de las personas que nos visitan esa es Taita. Es juguetona, cariñosa y amigable. Incluso con aquellos a los que «no les gustan los perros». Ha hecho tantas sesiones fotográficas en los últimos años que ya perdimos la cuenta. También se comió el iPhone de una amiga, además de inumerables calcetines, audífonos, maquillaje, diarios, etc. Aún y así, la perdonan siempre porque ¿Quién se resiste a los lengüetazos de una labrador?

Taita con su amiga japonesa Yuki, en el Parque de los naranjos, Roma.

Todo por una galleta

Se sigue dejando poner y hacer de todo a cambio de una galleta. Aunque a decir verdad puede ser también por un trozo de zanahoria, brócoli o manzana, con la comida no hace distinciones. La foto de abajo es cuando cumplió dos años y hacerla fue toda una odisea porque Taita tiró y movió el fondo no sé cuantas veces con la cola.

Esta foto en cambio es de Halloween del año pasado, pero fue primera y última vez ya que le pongo la peluca para ir a la calle. No pudimos recorrer más de dos cuadras porque donde vivo es muy turístico (a un par de cuadras del Vaticano) ¡Y los turistas literal nos acosaron tanto que tuve que quitarle la cosa esa para que la dejaran hacer pipí en paz!

Roarrrrrr

Sus veranos siguen siendo lo mejor del año

Le encanta el verano porque nos la llevamos a la casa de fuera donde tenemos un pequeño jardín y puede también nadar en la piscina que le mandó poner mi suegra especialmente para ella (así como lo leen). Además, siempre hay gente en casa en esos meses y ella es la reina y el centro de atención de todos, algo que disfruta enormemente.

Tiene ya instagram

No me juzguen, no es mi culpa. Es de mi marido. La siguen un gato, tres perros y alguno que otro despistado. Si quieren seguirla ustedes también la encuentran como @taita_labrador

En general mi patatona sigue igual de cariñosa y haciéndonos la vida más feliz cada día. Su presencia es sin duda pura calma en estos dos últimos años cargados de estrés.

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