Aprende como hacer queso fresco Mexicano casero para que lo disfrutes con tus comidas favoritas. Esta receta es muy simple de preparar y no requiere de muchos ingredientes.
En una olla grande poner la leche a calentar a fuego medio hasta que esté a punto de hervor, esto es, entre 80°C y 90°C.
Apagar la estufa y agregar el yogurt. Mezclar por 10-15 segundos y dejar reposar un par de minutos.
Agregar la mitad del vinagre y mezclar muy bien, dejar pasar otro par de minutos.
Unir la última parte del vinagre, mezclando delicadamente.
Se darán cuenta como la leche ya está completamente cortada y el queso se ha comenzado a formar separándose del suero.
Retirar de la estufa y dejar enfríar completamente.
Poner un colador encima de un cuenco grande y encima acomodar una gasa o una servilleta de algodón.
Cuando la cuajada esté fría transferirla en el colador y dejarla escurriendo por 15 o 20 minutos.
Enseguida exprimir delicadamente la tela con la cuajada hasta que tenga poco líquido.
Acomodar el queso en un contenedor y agregarle sal al gusto.
Mezclar con una cuchara o usando las manos como si estuvieran amasando, pero sin excederse.
Moldear el queso. Pueden usar un molde grande o varios moldes pequeños, lo importante es que no aprieten demasiado para que sea más fácil desmoldar después.
Poner el queso en el refrigerado y dejarlo reposar una noche entera antes de consumirlo.
Notas
Si no cuentan con un termómetro, notarán que la leche antes de hervir comienza a hacer burbujitas alrededor de la olla, ese sería el momento exacto que se llama “a punto de hervor”.
He notado que cuando no dejo enfríar totalmente la cuajada, el queso tiende a hacerse cremoso, por eso es importante dejar enfríar en su totalidad si desean un queso que se desmorone bien.
Recuerden que siendo un queso fresco y sin conservantes, este deberá ser consumido en breve tiempo (3-4 días máximo).
Pueden probar a omitir el yogurt si desean, agregando solo una cucharada más de vinagre.
Que quede un queso exactamente como el mexicano lleva un poco de práctica. Las primeras veces tenderá a quedar cremoso, otras en cambio a quedar un poco desmigajado (como el requesón). Lo importante es el sabor, ya con la práctica podrán perfeccionar hasta que quede a su gusto y preferencia.