Madrid es una de las capitales europeas de la gastronomía. La variedad y fantasía de sus recetas características es algo que te impresiona y te hace enamorar aún más de esta espléndida ciudad. Si están programando un viaje a la capital ibérica no pueden absolutamente dejar de lado la gastronomía local; en mi caso visitar taperías y cervecerías fueron experiencias de casi el mismo nivel que mi visita al Prado, con la diferencia que las obras me las comí y no solo las aprecié visualmente.
VAMONOS DE TAPAS
Llegamos a Madrid ya entrada la tarde, apenas en tiempo para dejar las maletas en el departamento que rentamos y salimos a buscar un lugar donde llenar el estómago; teníamos la idea muy clara de encontrar algún local donde pudiéramos probar las tapas y visto que el alojamiento era en uno de los barrios más concurridos y vivaces de la ciudad supimos inmediatamente que encontrar un lugar donde cenar no sería un problema.
Pero comienzo por contarles que son las tapas. Las tapas las podemos definir en varias maneras: botanitas, tartitas saladas, entradas, etc. En realidad no son otra cosa que las perfectas compañeras para las bebidas, sea con alcohol o sin este.
Las tapas, como se conocen hoy en día nacieron en el período de escasez provocado por la Guerra Civil de España; establecer su origen en la historia culinaria española es complicado, es muy probable que hayan nacido junto con la aparición de los bares para incentar a los clientes a consumar más bebidas. La cultura popular a veces narra historias sobre el origen de las tapas pero al día de hoy no se han encontrado documentos válidos que avalen dichas historias, quedando todo como parte de las leyendas gastronómicas.
Madrid está llena de localitos donde probar tapas, son lugares de reunión para personas de casi todas las edades donde se juntan a platicar y pasar el tiempo en buena compañía. Aunque las tapas son en su mayor parte saladas, las hay también dulces, todo depende del dueño del local y de lo que quiere ofrecer.
Escogimos un restaurante cualquiera y nos sentamos a disfrutar de nuestras primeras tapas madrileñas, había de tantos tipos que resultaba un poco complicado escoger las que queríamos probar pero al final nos decidimos por algunas y nos dispusimos a disfrutarlas sintiéndonos parte del ambiente. Con la bebida no tuvimos problema porque sin duda el drink oficial es una buena caña (cerveza), aunque también suele hacerse con el vino.
PINXOS (PINCHOS)
Pero las tapas no son los únicos aperitivos que gustan a los madrileños, en los locales aparecen también los famosos pinchos (pinxos). Estos aperitivos son originarios del norte de España (Países Vascos, Leon, etc.) y a diferencia de las tapas se pueden ordenar solos sin tener que acompañarlos con algo de tomar. Los pinchos son brochetitas de cualquier cosa aunque los más famosos son los de jamón, queso, aceitunas, pescado y tortilla de patatas; en varios locales existe la costumbre de pagar la cuenta en base a cuantos palillos se han dejado en el plato.
En los mercados de Madrid que visitamos pudimos saborear varias versiones de los pinchos, a cual más buena y sin duda son una buena opción para comer a precio moderado.
Cocido Madrileño y otros potajes
Uno de los platillos típicos de Madrid es el Cocido Madrileño, se encuentra facilmente en los restaurantes que lo sirven sea a la hora del almuerzo que en la cena. Se trata de un estofado de carnes, legumbres y verduras bastante contundente y delicioso; entre las carnes que se agregan reinan también los embutidos de cerdo como el chorizo o el jamón.
El Cocido Madrileño es de origen humilde ya que era en las casas más pobres donde empezó a aparecer como una sopa completa preparada con lo que hubiera a la mano y que sirviera princialmente para llenar el estómago, poco a poco, este delicioso estofado se abrió camino en todas las casas hasta llegar al menú en los restaurantes.
Según algunas versiones sobre el origen de este platillo, el cocido es una evolución del cous cous árabe, otros por el contrario piensan sea de la Olla Podrida e incluso hay quien piensa que se deriva de la Adafina hebrea. Los garbanzos fueron introducidos en España en los tiempos de Cartagine y sucesivamente fueron utilizados en la cocina sefardita durante la Edad Media. Este platillo es especialmente óptimo en los días lluviosos y fríos cuando se necesita algo caliente que nos conforte.
Aparte del Cocido Madrileño, encontramos también en esta ciudad otros potajes y caldos como el cocido montañés y el cocido maragato a cual más bueno que el otro.
BOCATA DE CALAMARES
El bocata de calamares es el street food preferido de una gran mayoría de madrileños, el pan utilizado por cierto se asemeja mucho a la romana ciriola. El bocata de calamares es algo que todo mundo debería de probar al menos una vez en la vida, este platillo rápido consiste algo tan simple como un sandwich de calamares rebozados y fritos. Incluso yo, que no como pescado o mariscos normalmente les daba una buena mordida a los de Maricruz cuando pedía alguno para comer.
El bocata de calamares es pura tradición, hay quienes no entienden cuando se ven llegar a la mesa un simple pan con calamares fritos y se quedan como “esperando más”, pero este platillo es así, sencillo. Por la red pululan los artículos sobre la historia de este bocadillo, así que no los voy a aburrir contándoselas yo mismo pero lo único que les puedo decir es que a veces el placer no está solo en el sabor de la comida misma, sino en todo lo que le rodea: Ver a los madrileños llegar a la barra de un bar y pedir un bocata de calamares con una caña es algo que sabe a tradición y les puedo asegurrar que ese sabor es también digno de probar.
Por la calle
A lo largo de las calles en Madrid se pueden encontrar varios locales que venden el clásico street food ibérico que consiste de: bocadillos con embutidos varios, empanadas, conos con quesos, cortezas de cerdo, etc. Este tipo de locales son óptimos para un almuerzo veloz y barato mientras se visita la ciudad. En algunos de estos negocios se pueden contrar también vinos y pequeños souvernirs gastronómicos para llevarse a casa. Naturalmente podemos encontrar también negocios para un antojo de dulce, las churrerías son una prueba de ello y no pudimos dejar de entrar a un par a tomarnos una taza de chocolate caliente con sus respectivos churros.
Migas
Las migas fueron otro platillo que probamos, este consiste de migajas de pan salteadas con chorizo, pancetta y grasa de cerdo ¡Una delicia y bomba calórica!. Las migas son una receta antigua que seguramente se inventó para reciclar el pan, como siempre, su popularidad fue en aumento hasta llegar a los restaurantes donde se puede degustar como un platillo de entrada.
Pulpo a la Gallega
Aún cuando es un platillo originario de Galicia, como su propio nombre lo indica, es muy fácil de encontrarlo en los restaurantes de Madrid, sobre todo en los que se especializan en tapas. El platillo consiste de pulpo cocido por largas horas, cortado en rodajas y servido con una espolvoreada de pimentón (paprika) lo que le da ese color tan particular.
TORTILLA DE PATATAS
Obviamente no podíamos no probar otro clásico de la cocina española: La tortilla de patatas. Este platillo por suspuesto tiene su propia historia: Se dice que ya en en el 1519 este platillo era conocido sea en Europa que en America y la leyenda cuenta que fue el General Tomás Zumalacárregui el creador de la receta durante un asedio en Bilbao; sin embargo, otra leyenda asegura que fue una ama de casa de Navarra quien la sirvió por primera vez precisamente a dicho General quien quedó prendado para siempre del sabor y exigía se le sirviera incluso en el campo de batalla.
Existen varias versiones de la tortilla de patatas, en Madrid por ejemplo existe una que se sirve con una salsa picante (la misma que se usa para hacer las patatas bravas) y que viene llamada precisamente tortilla brava. Acompañada de una buena cerveza nosotros nos dimos el gusto de comerla algunas veces a la hora del almuerzo.
Las Cervecerías
De los lugares donde más nos gustó comer nos quedamos sin dudas con las cervecerías, locales (algunos muy llenos!) donde pidiendo de beber (cerveza o vino) se come a precios decentes. En Madrid nos encontramos con dos amigas de Maricruz quienes gentilmente nos llevaron a una en el Barrio de las Letras y donde pudimos también probar por primera vez el Vermú del que quedamos enamorados mi esposa y yo.
Sin duda las cervecerías están llenas de tradición y vida, con un ambiente festivo, buena compañía, buena comida y bebida, no hay nada más que pedirle a esta ciudad.
En dichas cervecerías se encuentran normalmente platillos tradicionales como la tortilla de patatas, huevos rotos (que se me hace agua la boca solo de recordar lo buenos que eran!), ensaladas de patatas, etc.
EL MUSEO DEL JAMÓN
Pero mi favorito sin duda será siempre el Museo del Jamón. Esta cadena de restaurantes se encuentra por todo Madrid, los precios son bajos y la calidad de la comida a nuestro gusto era buena. Los protagonistas son sin duda los embutidos (el jamón sobre todo) pero otros clásicos hacen su aparición en la mesa, entre los que probamos ahí fueron: pulpo a la gallega, cocido madrileño, paella (Maricruz no se quería ir de Madrir sin probarla), bocata de calamares, migas, pescado frito y naturalmente los jamones (el ibérico fue mi preferido).
Una cosa les tengo que advertir: El museo del jamón es muy popular entre locales y turistas y raramente lo encuentran vacío, sobre todo los fines de semana eso se pone a reventar, pero tengan paciencia y esperen una mesa o un lugar en la barra, la rica comida seguramente compensará la espera.
Mercados
No pudimos dejar de visitar los mercados, lo hacemos en cada lugar al que viajamos y Madrid no podía ser la excepción, sobre todo porque sus mercados gozan de muy buena reputación. Visitamos un par de ellos y fue una grata experiencia de la cual les hablaremos en un post aparte más adelante.
Postres y bebidas
La gastronomía española va siempre acompañada de vino o cerveza. El vino español está en una época de auge luego de un breve período en la que hubo poca producción, así que hoy en día España se encuentra en tercer lugar como productor de vino a nivel mundial (luego de Italia y Francia). Esta remontada se debe al crecimiento de zonas vinícolas como por ejemplo Ribera del Duero o Rueda por no hablar de Rías Baixas con su Albariño o la Navarra con sus voluptuosos tintos.
La cerveza también es de probar, seguramente para acompañar las famosas tapas o pinchos. Las marcas más famosas como San Miguel o Alhambra se encuentran seguido a la par de las cervezas artesanales tan populares en los mercados y cervecerías.
Naturalmente para quien visita Madrid u otro lugar de España no puede no probar la Sangría. Esta bebida del color rojo intenso, con especias y frutas es seguramente la bebida española más conocida en el mundo, pero curiosamente, sus origines son portugueses. Origen aparte, es deliciosa y a nosotros nos gustó el haber probado la versión “original” en el país que la hizo famosa.
Aunque si bien nosotros evitamos un poco los dulces, cuando viajamos no podemos de dejar de probar algunos de los más tradicionales, así que sin duda los churros (para el desayuno) y las tortitas de yema nos endulzaron el estómago en más de una ocasión.
En la pastelería española no falta sin duda el chocolate que importado por los españoles desde el mismo México hace su aparición en varios postres; algunas de las recetas se han quedado inmutadas en el transcurso de los siglos y son parte de la tradición culinaria de este país.
Muerta de hambre que me he quedado, eso me pasa por leerte al mediodía. Qué buenas recomendaciones.