Este gratinado de verduras invernales es perfecto para servir en las cenas navideñas como acompañamiento a carnes al horno o como platillo fuerte vegetariano. No es un plato ligero, en el caso no lo hayan notado, la cantidad de queso y la salsa bechamel por si solos aportan bastantes calorías, por eso prefiero recomendarlo para los días de fiesta o eventos especiales. Aunque a muchos las verduras (sobre todo brócoli y coliflor) no les agraden completamente, les aseguro que este gratinado les encantará. Si lo sirven como platillo único les aconsejo lo hagan acompañado de pan al ajo ¡Una delicia!
Preparar la salsa bechamel en casa es algo rápido y sencillo, en esta receta les digo como. Pero si prefieren, pueden también comprar la salsa en el supermercado y eso les ahorrará bastante tiempo en la preparación, eso si,
Gratinado de verduras invernales
Ingredientes:
- 250 gr de coliflor
- 180 gr de brócoli
- 200 gr de papas
- 150 gr de queso para derretir (Gouda, Fontina, Mozzarella filante, Cheddar, etc)
- 30 gr de queso parmigiano rallado
- 450 gr de salsa bechamel
- Mantequilla
- Sal y pimienta
Preparación:
Mondar y lavar perfectamente las verduras. Cortarlas en trozos pequeños procurando que queden del mismo tamaño, enseguida cocerlas al vapor con un poco de sal. También pueden hervirlas en agua con sal, pero solo por pocos minutos para que no se pasen de cocción y queden ligeramente duras. Una vez las verduras estén cocidas ponerlas en un colador (en el caso las hayan hervido) y dejarlas escurriendo un poco, después transferirlas a un cuenco grande.
Agregar la salsa bechamel, la mitad del queso que hayan elegido muy bien rallado, un poco de parmigiano y salpimentar. Mezclar perfectamente por 1-2 minutos.
Engrasar con un poco de mantequilla una fuente para el horno y poner las verduras. Distribuir encima el resto del queso para derretir (yo he usado un mix de Fontina, Cheddar y Mozzarella filante), algunos trocitos de mantequilla y después una espolvoreada con el resto del parmigiano. Hornear a 180°C por 20 minutos o hasta que el queso en la superficie se haya derretido y dorado ligeramente.
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